El desarrollo territorial rural es un proceso que procura la transformación productiva e institucional de un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural e incrementar la riqueza territorial sin afectar negativamente el ambiente. Actualmente, existe un cambio de paradigma donde la lógica de crecimiento da paso a una lógica de desarrollo local sostenible, teniendo en cuenta el contexto territorial y contemplando integradamente las dimensiones ambiental, económica y social. La planificación territorial rural es un componente crítico en tal sentido que requiere tener en cuenta tres aspectos básicos: una política de cohesión económica y social, conocimiento de la problemática rural y transversalidad en el enfoque de la intervención pública.