Por Ana Paula Álamo Iriarte, Laura Medero y Jaime Bernardos
El 1º de noviembre se celebra el Día Mundial de la Ecología, con el propósito de recordar la importancia de conocer y valorar las relaciones que existen entre los seres vivos y su medio. Es un día para fomentar en la conciencia pública la trascendencia de mantener una relación armónica con nuestro ambiente. Con esta fecha, Naciones Unidas, busca fomentar la sensibilización en la audiencia mundial, promover la conciencia y la acción política sobre el cuidado y conservación ambiental.
Pensar la ecología, en la actualidad, tiene el desafío de posicionar las actividades humanas y productivas dentro de esta trama de relaciones. No debemos pensarnos como actores aislados de lo que ocurre en el medio ambiente ya que la “biodiversidad” puede reconocerse en las múltiples miradas sociales, las formas de producir y los distintos recursos utilizables en cada cultura. Ser capaces de mirar esa complejidad, de incluirnos, implica cuidar las especies silvestres, las relaciones y el medio también como acto de generosidad para todas las generaciones.
Desde INTA, varios proyectos trabajan en pos de armonizar la producción y la conservación de los recursos naturales, entendiendo que en cada ambiente existen diferentes y complejas relaciones entre los seres vivos. Junto a los productores agropecuarios se está trabajando para que, en la cotidianeidad de sus labores, los mismos incorporen estos conceptos de relaciones entre los componentes del sistema y sepan aprovechar cada recurso en equilibrio con la naturaleza.
Al sur oeste de la provincia de La Pampa, el Río Colorado surca por un paisaje árido de jarillas, chilladoras y alpatacos. La utilización del río, históricamente, ha permitido el desarrollo productivo de la zona, fomentando la frutihorticultura bajo riego por manto e inundación. En esta área considerada marginal para la agricultura, en los últimos años, ha sido promovida la implementación del riego presurizado con grandes ventajas económicas y de desarrollo local. En la actualidad, las políticas de promoción productivas se orientan a la producción de pasturas bajo riego por pívot para la transformación de pellets y cubos con alcance en el mercado nacional e internacional.
En Colonia 25 de Mayo, la transformación del sistema productivo ha cambiado el paisaje mejorando la calidad de hábitat del tuco-tuco pampeano (Ctenomys azarae). Estos roedores, en la construcción de cuevas, generan ondulaciones en el terreno llamadas túmulos. Durante los cortes de alfalfa la maquinaria de cosecha intercepta los túmulos y se rompe, aumentando los costos de producción. Ante la pérdida económica que esto genera, los productores manifestaron su inquietud para la búsqueda de soluciones de control del tuco-tuco.
A partir de un trabajo de investigación, se conocieron cuáles son las variables productivas implicadas en el daño y se trabajó en recomendaciones para reducirlo. Ante una serie de alternativas ambientalmente sustentables y económicamente viables, junto a los productores, se seleccionaron aquellas opciones que buscan restablecer el equilibrio ecológico: refuerzo de sitios de anidamiento de aves rapaces, el mantenimiento de los parches de vegetación natural, conectividad entre ambientes para los carnívoros, evitar el uso de rodenticidas y venenos gaseosos, entre otros.
Estas prácticas de manejo pretenden resaltar los servicios ecosistémicos que brindan las especies dentro de la cadena trófica a través de la regulación de las presas y el rol que cumplen dentro de nuestros agroecosistemas.
Este proyecto se enmarca dentro de una tesis de Maestría en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional de Córdoba de la Ing. Ana Paula Álamo Iriarte y continúa como beca doctoral de CONICET. El mismo ha sido posible gracias a la colaboración de los productores, la Agencia de Extensión Rural de Colonia 25 de Mayo, Ente Provincial del Río Colorado, Dirección de Recursos Naturales de la Provincia de La Pampa, Cámara de productores Bajo Riego de Colonia 25 de Mayo, la Estación Experimental de Anguil del INTA, a través de su PRET de la Cuenca el Río Colorado y del proyecto específico “Evaluación y manejo de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos de interés para la producción agropecuaria”, también se contó con el apoyo del departamento Fish and Wildlife Service de los Estados Unidos.