Por Stella Maris Beghetto, comunicadora social, asesora del Grupo Cambio Rural II de la Aldea Santa María, Entre Ríos

Los grupos Cambio Rural integran a un número de productores de una determinada zona quienes, asesorados por un técnico, buscar mejorar sus actividades a través de metas y objetos productivos, como el aumento en la producción de granos, leche, carne, frutas, etc. En éste grupo Cambio Rural II de la Aldea Santa María, en Entre Ríos, productores y asesor se reúnen alrededor de otro tipo de objetivo: la organización.

¿Qué es el programa Cambio Rural II?

El Programa Cambio Rural II (CRII), co gestionado desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y el Ministerio de Agroindustria de Argentina busca contribuir al desarrollo territorial mediante el fortalecimiento organizacional de los productores y la facilitación de procesos de agregado de valor dentro de las comunidades rurales en las que se insertan.

Los procesos de conformación de los Grupos de Cambio Rural II son particulares, dependiendo de los objetivos que convoquen a sus integrantes. En general, los objetivos que reúnen a los productores son de carácter productivo. Por ejemplo: optimizar la producción de carne, leche, granos; mejorar el rendimiento económico mediante la inclusión de tecnología o la mejora en la eficiencia de los procesos. Sin embargo, el camino de conformación del Grupo de Cambio Rural II “Productores Aldea Santa María”, en Entre Ríos, comenzó en junio de 2014, en el marco de un Curso Internacional de Gestión de Conflictos en el ámbito agropecuario.

A partir de esta capacitación, los productores de la zona pudieron escuchar experiencias locales, detectar intereses comunes e identificar conflictos inherentes a un mismo territorio. Fruto del intercambio, surgió la necesidad de trabajar el fortalecimiento de vínculos entre los productores. Fueron ellos quienes plantearon la urgencia de reunirse y comenzar a compartir sus experiencias productivas, problemas comunes como el éxodo joven y la humanización del trabajo, y expresaron también que el INTA debía ocupar un lugar importante en esa tarea. Era clara la necesidad entre los productores de construir un espacio que los convoque regularmente.

Organización

Para lograr la conformación del Grupo, la principal meta no fue productiva sino organizacional. Los productores acordaron la necesidad de fortalecer los vínculos personales entre ellos y el establecimiento de un espacio de encuentro. Por ello, la elección de una Promotora Asesora con formación profesional en Comunicación Social fue fundamental para alcanzar los compromisos entre los productores y para trabajar la confianza entre ellos.

Así surgió el Grupo de CRII, como herramienta para intentar vehiculizar esas necesidades basándose en tres pilares base: Producción – Conservación – Desarrollo Local, apuntando fundamentalmente a la producción en un marco integral de conservación y desarrollo. El Proyecto se elaboró, y en el mismo se expresó claramente cuáles eran los objetivos perseguidos por este particular Cambio Rural II; lo productivo estaría presente, pero no sería lo que guíe el rumbo, el objetivo estaría puesto en lo social. Ese camino lo plantearon los mismos productores rurales, al apuntar hacia metas organizativas antes que productivas.

Más allá de la ‘transferencia’

El trabajo de este Grupo vincula a los integrantes no solo desde los aspectos productivos que tienen en común, sino fundamentalmente desde los aspectos sociales, ambientales, culturales, contextuales y relacionales que los unen, a través de co-crear conocimiento. Se intenta evitar la lógica transferencista que históricamente ha tenido la extensión agropecuaria llevada adelante desde instituciones del ámbito rural.
Este proceso de entender que el aprendizaje es continuo, caótico, contextual, donde participan personas con diversos saberes, orígenes, lecturas, contextos, historias e intereses y el profesional/técnico ocupa un lugar más dentro de ese grupo, es un gran salto diferencial para este tipo de instituciones y su trabajo de extensión rural.